domingo, 14 de abril de 2019

HAIKU



                                                          
ELABORACION DE HAIKU


DEFINICION DE HAIKU
El término haiku, o haikú, tiene su raíz etimológica en la lengua japonesa. El concepto alude a una composición poética que consta de tres versos: el primero de cinco sílabas, el segundo de siete sílabas y el último verso, de cinco sílabas.
Se trata de un tipo de poesía oriundo de Japón. Los haikus originales surgían a partir de la observación de la naturaleza, transmitiendo la emoción y el asombro del poeta. Muchas veces esos haikus incluían referencias a la estación del año.
Un haiku, en definitiva, es un poema desarrollado en diecisiete sílabas o, más precisamente, en diecisiete moras (la unidad de medida que refleja la cantidad silábica). Estas diecisiete sílabas o moras surgen de sus tres versos: 5 + 7 + 5.
Muchas veces el haiku se acompaña de un haiga, una clase de pintura. Tanto el haiku como el haiga son fruto de la contemplación del mundo.
El haiku se hizo conocido en el mundo occidental gracias al budismo zen, que recurrió a esta forma poética para difundir su filosofía. Poetas como el irlandés Seamus Heaney, el estadounidense Jack Kerouac y el español Antonio Machado son algunos de los autores occidentales que crearon haikus.
Cabe mencionar que el zen es una de las escuelas del budismo denominada mahayana. En sí mismo, el término surge de zenna, la forma en la cual los japoneses pronuncian la palabra china que puede traducirse como “meditación”. El zen representa la búsqueda de la sabiduría a través de la experiencia y no de la teoría racional.
Si bien es común encontrarse con este vínculo entre el haiku y el zen, sus orígenes son diferentes. En una obra clásica que reúne un gran número de poemas del siglo VIII titulada Man’yoshu, encontramos muchos que constan de 31 moras en los cuales ya se puede apreciar el rasgo característico del haiku: la naturaleza es un objeto de la poesía en sí misma, en lugar de una excusa de nuestros sentimientos. Dicho en otras palabras, el poema se crea a partir del asombro que la naturaleza y sus fenómenos provocaban en los japoneses de aquella época.
La combinación de versos cuyas longitudes contadas en moras sean de cinco y siete es la característica de la familia de formas poéticas de Japón a la cual pertenece el haiku. En el siglo VIII ya se podía apreciar esta forma métrica, aunque con otro nombre: katauta. Al combinarse dos de ellos se generaba un mondoo, el cual puede interpretarse como un diálogo del cual participan dos personajes. En el mondoo tenemos una pregunta y su respectiva respuesta, y cada uno de estos dos elementos es un katauta.
Veamos un ejemplo de haiku: “Tarde oscura, / invierno poderoso. / Frío que hiela”. Como se puede advertir, esta composición tiene tres versos (“Tarde oscura” es el primero, “invierno poderoso” es el segundo y “Frío que hiela” es el tercero). El primer verso presenta cinco sílabas (“Tar-de os-cu-ra”), el segundo siete sílabas (“in-vier-no po-de-ro-so”) y el cuarto cinco sílabas (“frí-o que hie-la”). Por lo tanto, se cumple la estructura del haiku.

Por ejemplo, el haiku del poeta japonés Kobayashi Issa tiene un último verso sorprendente: “Vuelvo a mi pueblo:/ lo que me sale al paso/ se vuelve zarza”.

COMO ESCRIBIR HAIKUS
¿Qué es lo que hace distinto un momento del otro?
La esencia de cada momento se puede captar en el haiku.
1º El haiku pertenece a la tradición poética japonesa. Es un poema conciso, formado por 17 sílabas, distribuidas en 5-7-5, sin rima ni título.
_ _ _ _ _ 5
_ _ _ _ _ _ _ 7
_ _ _ _ _ 5
2º El haiku es un poema que expresa fielmente la sensibilidad del autor. Por eso:
Debe respetar la simplicidad.
Evitar adornos (en términos poéticos).
Captar un instante en su núcleo de eternidad o un momento transitorio.
Evitar el razonamiento.
3º Al ser tan breve:
Los verbos sobran, porque lo que captamos es una imagen inmóvil, una instantánea.
Verbos como el ser sobran aún más, porque se sobreentienden.
4º La métrica ideal del haiku es la siguiente:
5 sílabas en el primer verso
7 ´´ en el segundo
5 ´´ en el tercero
Pero no es una exigencia rigurosa siempre que se siga la regla de no pasar de 17 sílabas en total y no mucho menos de 17.
Hay que tener en cuenta que al final del verso las palabras agudas cuentan la última sílaba como dos. Si son esdrújulas, en cambio, restamos una sílaba. (Las palabras monosílabas al final del verso cuentan como agudas.)
Ejemplos:
¿Es o no es → palabras agudas / +1 sílaba (4+1=5)
el sueño que olvidé (6+1=7)
antes del alba?
(Jorge Luis Borges)
El aguacero.
Dos gatitos maúllan.
Toldo de plásticos. → palabra esdrújula / –1 sílaba (6–1=5)
(Jesús Aguado) 
Para que las cláusulas finales sean más eufónicas, las últimas palabras de los versos es preferible que sean llanas.
5º El haiku es un poema popular, por eso deben usarse palabras de uso cotidiano y de fácil comprensión.
6º El haihuista (Haijin) auténtico capta el instante, como el objetivo de una cámara de fotos.
7º El autor es considerado dueño del haiku por eso debe evitarse cualquier imitación, buscando siempre el espíritu haikuista que exige conciencia y realidad.
8º El haiku es considerado una especie de diálogo entre autor y lector, por eso no hace falta explicar todo. La emoción y la sensación sentidas por el autor deben ser levemente sugeridas a fin de permitir al lector recrear la misma emoción para que pueda concluir a su manera el poema presentado. (Debe sugerir más de lo que dice o debe sugerir antes que decir.)
En otras palabras, el haiku no debe ser un poema discursivo y acabado.
9º El haiku es un producto de la imaginación emanando de la sensibilidad del Haijin, es por eso que deben evitarse expresiones de causalidad, sentimentalismo vacío o ñoñerías.
10º Para contar las sílabas:
Seguimos las reglas de la división silábica. Prestemos atención a las vocales:
1) El contacto entre dos de las vocales a, e, o (no altas), origina dos sílabas distintas:
«a - é - re - o», «pe - le - ar», «le - a».
2) El contacto entre la a (vocal baja) o las e, o (vocales medias) y las i, u (vocales altas) o viceversa, si forma diptongo, constituye una sílaba:
«ai - re», «A-sia», «bue-no».
3) Un triptongo, del mismo modo que el diptongo, forma sílaba o parte de ella:
«aso - ciais», «buey».
4) Cuando se encuentran en contacto una i, u (altas) acentuada y una e, o (medias) o a (baja) inacentuada, originan dos sílabas distintas:
«ha-bí-a», «pa-ís», «ba-úl».
Si dentro del mismo verso una palabra termina en vocal y la siguiente empieza por vocal, cuentan por una sílaba.
Ejemplo:
Atiza el fuego.
El alma, como siempre,
abriga poco.
(Javier Salvago)
Para mejores resultados:
El haiku es una pincelada en el tiempo. Los haikus más logrados son los que dan el salto en el tercer verso, sirviendo el primero y el segundo como introducción. La última impresión cuenta.








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