ELABORACION
DE HAIKU
DEFINICION DE HAIKU
El
término haiku, o haikú, tiene su raíz
etimológica en la lengua japonesa. El
concepto alude a una composición poética que consta
de tres versos: el primero de cinco sílabas, el segundo
de siete sílabas y el último verso, de cinco sílabas.
Se trata de
un tipo de poesía oriundo
de Japón. Los haikus originales surgían a partir de la observación de la naturaleza, transmitiendo la emoción y el
asombro del poeta. Muchas veces esos haikus incluían referencias a la estación
del año.
Un haiku, en
definitiva, es un poema desarrollado
en diecisiete sílabas o, más precisamente, en diecisiete
moras (la unidad de medida que refleja la cantidad silábica). Estas diecisiete
sílabas o moras surgen de sus tres versos: 5 + 7 + 5.
Muchas veces
el haiku se acompaña de un haiga, una clase
de pintura. Tanto el haiku como el haiga son fruto de la contemplación del mundo.
El haiku se
hizo conocido en el mundo occidental gracias al budismo zen, que
recurrió a esta forma poética para difundir su filosofía. Poetas como el irlandés Seamus Heaney, el
estadounidense Jack Kerouac y el español Antonio Machado son algunos de los autores
occidentales que crearon haikus.
Cabe
mencionar que el zen es una de las escuelas
del budismo denominada mahayana. En sí mismo, el término surge de zenna, la forma en la cual los japoneses pronuncian la
palabra china que puede traducirse como “meditación”. El zen representa la
búsqueda de la sabiduría a través de la experiencia y no de la teoría racional.
Si bien es
común encontrarse con este vínculo entre el haiku y el zen, sus orígenes son
diferentes. En una obra clásica que
reúne un gran número de poemas del siglo VIII titulada Man’yoshu, encontramos muchos que constan de 31 moras
en los cuales ya se puede apreciar el rasgo característico del haiku: la
naturaleza es un objeto de la poesía en sí misma, en lugar de una excusa de
nuestros sentimientos. Dicho en otras palabras, el poema se crea a partir del
asombro que la naturaleza y sus fenómenos provocaban en los japoneses de
aquella época.
La
combinación de versos cuyas longitudes contadas en moras sean de cinco y siete
es la característica de la familia de formas poéticas de Japón a la cual
pertenece el haiku. En el siglo VIII ya se podía apreciar esta forma métrica,
aunque con otro nombre: katauta. Al
combinarse dos de ellos se generaba un mondoo, el cual
puede interpretarse como un diálogo del
cual participan dos personajes. En el mondoo tenemos
una pregunta y su respectiva respuesta, y cada uno de estos dos elementos es
un katauta.
Veamos
un ejemplo de haiku: “Tarde oscura, / invierno
poderoso. / Frío que hiela”. Como se puede advertir, esta
composición tiene tres versos (“Tarde oscura” es
el primero, “invierno poderoso” es el
segundo y “Frío que hiela” es el
tercero). El primer verso presenta cinco sílabas (“Tar-de os-cu-ra”),
el segundo siete sílabas (“in-vier-no po-de-ro-so”)
y el cuarto cinco sílabas (“frí-o que hie-la”).
Por lo tanto, se cumple la estructura del haiku.
Por ejemplo, el haiku del poeta japonés Kobayashi
Issa tiene un último verso sorprendente: “Vuelvo a mi pueblo:/ lo que me sale
al paso/ se vuelve zarza”.
COMO
ESCRIBIR HAIKUS
¿Qué es lo que
hace distinto un momento del otro?
La esencia de cada
momento se puede captar en el haiku.
1º
El haiku pertenece a la tradición poética japonesa. Es un poema conciso,
formado por 17 sílabas, distribuidas en 5-7-5, sin rima ni título.
_
_ _ _ _ 5
_
_ _ _ _ _ _ 7
_
_ _ _ _ 5
2º
El haiku es un poema que expresa fielmente la sensibilidad del autor. Por eso:
Debe
respetar la simplicidad.
Evitar
adornos (en términos poéticos).
Captar
un instante en su núcleo de eternidad o un momento transitorio.
Evitar
el razonamiento.
3º
Al ser tan breve:
Los
verbos sobran, porque lo que captamos es una imagen inmóvil, una instantánea.
Verbos
como el ser sobran aún más, porque se sobreentienden.
4º La métrica
ideal del haiku es la siguiente:
5
sílabas en el primer verso
7 ´´ en
el segundo
5 ´´ en
el tercero
Pero
no es una exigencia rigurosa siempre que se siga la regla de no pasar de 17
sílabas en total y no mucho menos de 17.
Hay
que tener en cuenta que al final del verso las palabras agudas cuentan la
última sílaba como dos. Si son esdrújulas, en cambio, restamos una sílaba. (Las
palabras monosílabas al final del verso cuentan como agudas.)
Ejemplos:
¿Es
o no es → palabras agudas / +1 sílaba (4+1=5)
el
sueño que olvidé (6+1=7)
antes
del alba?
(Jorge
Luis Borges)
El
aguacero.
Dos
gatitos maúllan.
Toldo
de plásticos. → palabra esdrújula / –1 sílaba (6–1=5)
(Jesús
Aguado)
Para
que las cláusulas finales sean más eufónicas, las últimas palabras de los
versos es preferible que sean llanas.
5º
El haiku es un poema popular, por eso deben usarse palabras de uso cotidiano y
de fácil comprensión.
6º
El haihuista (Haijin) auténtico capta el instante, como el objetivo de una
cámara de fotos.
7º
El autor es considerado dueño del haiku por eso debe evitarse cualquier
imitación, buscando siempre el espíritu haikuista que exige conciencia y
realidad.
8º
El haiku es considerado una especie de diálogo entre autor y lector, por eso no
hace falta explicar todo. La emoción y la sensación sentidas por el autor deben
ser levemente sugeridas a fin de permitir al lector recrear la misma emoción
para que pueda concluir a su manera el poema presentado. (Debe sugerir más de
lo que dice o debe sugerir antes que decir.)
En
otras palabras, el haiku no debe ser un poema discursivo y acabado.
9º
El haiku es un producto de la imaginación emanando de la sensibilidad del
Haijin, es por eso que deben evitarse expresiones de causalidad,
sentimentalismo vacío o ñoñerías.
10º
Para contar las sílabas:
Seguimos
las reglas de la división silábica. Prestemos atención a las vocales:
1)
El contacto entre dos de las vocales a, e, o (no altas),
origina dos sílabas distintas:
«a - é
- re - o», «pe - le - ar», «le - a».
2)
El contacto entre la a (vocal baja) o las e, o (vocales
medias) y las i, u (vocales altas) o viceversa, si forma
diptongo, constituye una sílaba:
«ai -
re», «A-sia», «bue-no».
3)
Un triptongo, del mismo modo que el diptongo, forma sílaba o parte de ella:
«aso
- ciais», «buey».
4)
Cuando se encuentran en contacto una i, u (altas) acentuada y
una e, o (medias) o a (baja) inacentuada,
originan dos sílabas distintas:
«ha-bí-a»,
«pa-ís», «ba-úl».
Si
dentro del mismo verso una palabra termina en vocal y la siguiente empieza por
vocal, cuentan por una sílaba.
Ejemplo:
Atiza
el fuego.
El
alma, como siempre,
abriga
poco.
(Javier
Salvago)
Para
mejores resultados:
El
haiku es una pincelada en el tiempo. Los haikus más logrados son los que dan el
salto en el tercer verso, sirviendo el primero y el segundo como introducción.
La última impresión cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario